Los elementos mecánicos que deben revisarse en un coche de segunda mano

Comprar un coche de segunda mano siempre es una buena opción, pero para hacerlo de forma correcta, hay que utilizar cierto criterio. Nadie duda de los beneficios de esta forma de compra, que permite acceder a buenos modelos por un precio bastante inferior al de los nuevos, y abre la puerta a poseer vehículos de alta gama.

Sin embargo, con el fin de evitar futuros problemas o gastos inesperados, es muy importante prestar atención al estado mecánico del automóvil en cuestión antes de adquirirlo. Eso es algo que tienen muy en cuenta en venderos especializados. Por ejemplo, si uno mira los coches de segunda mano en https://www.bymycar.es/ tendrá asegurado que todos han sido objeto de una importante revisión.

Con el fin de entender en qué consiste ese proceso de control de los automóviles de segunda mano a nivel mecánico, en este texto vamos a dar alguna de las claves.

La importancia del motor

El motor es el componente más crítico de cualquier vehículo. En un coche de segunda mano, lo primero, es que debe de arrancar sin dificultad, con ausencia total de ruidos extraños ni emisión de humos excesivos. Hay que ver también que no tenga fugas de aceite, que el ralentí sea estable y que no haya vibraciones extrañas. Y es que, comprar un coche con el motor mal, es equivalente a tener que hacer un desembolso futuro muy importante.

Transmisión y embrague

La transmisión de los coches, ya sean automáticos o manuales, es muy importante, y debe funcionar con suavidad. Paralelamente hay que comprobar cómo responde el embrague, con el fin de ver si patina, chirría o tiene un recorrido irregular. En cualquier caso, todo debe operar sin tirones y de forma fluida, ya que lo contrario indica algún posible problema.

Suspensión y amortiguadores

La estabilidad y seguridad del vehículo están tremendamente relacionadas con la suspensión. Si el coche se siente blando o se balancea excesivamente, es que algo no está bien. Se recomienda también inspeccionar los amortiguadores de forma visual, para ver si están oxidados o tienen fugas de aceite.

Sistema de frenos

Estamos hablando de algo absolutamente básico para la seguridad del coche. Es clave ver que el coche frena bien, de forma progresiva y sin ruidos. Si cuando se realiza la acción el pedal o el volante vibran, es una clara señal de que las pastillas o discos se encuentran muy desgastados. En este punto también conviene revisar el nivel y el estado del líquido de frenos, con el fin de ver que no hay pérdidas que podrían resultar fatales.

Dirección y alineación

El vehículo debe responder de forma muy precisa a lo que el conductor le mande con el volante. Si en algún momento el coche se desvía hacia algún lado o hay holgura al girar, puede que estemos ante un problema de dirección o de alineación de las ruedas. Estos defectos, menos visibles, pueden comprometer la conducción y desgastar los neumáticos de forma irregular. Por lo tanto, puede ser un problema tanto para la seguridad como para el bolsillo del comprador.

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