
El Mitsubishi Grandis representa una de las apuestas más interesantes de la firma japonesa en el competitivo segmento de los monovolúmenes. Lanzado en Europa a principios de los años 2000, este modelo destacó por su diseño rompedor, su amplio espacio interior y una dinámica de conducción poco habitual en vehículos familiares. Con capacidad para siete pasajeros y una configuración versátil, el Grandis logró posicionarse como una alternativa moderna frente a los tradicionales monovolúmenes del mercado.
Diseño vanguardista y funcional
Desde su lanzamiento, el Grandis llamó la atención por su estética innovadora. A diferencia de otros monovolúmenes de líneas conservadoras, Mitsubishi apostó por una carrocería estilizada, con un frontal afilado, una parrilla integrada y ópticas alargadas que le conferían un aire deportivo sin perder funcionalidad. Su silueta, más parecida a la de un turismo familiar que a la de una furgoneta reconvertida, rompió con los esquemas clásicos del segmento. Además de su apariencia moderna, el Grandis ofrecía una excelente aerodinámica, con un coeficiente de penetración (Cx) de tan solo 0,33. Esto no solo mejoraba la eficiencia en carretera, sino que también contribuía a una experiencia de conducción más silenciosa y agradable.
Espacio interior y versatilidad
El habitáculo del Mitsubishi Grandis fue diseñado pensando en las familias modernas. Con una disposición de siete plazas distribuidas en tres filas, este monovolumen permitía múltiples configuraciones. La tercera fila, fácilmente plegable, se ocultaba en el piso del maletero sin necesidad de desmontarla, lo que permitía ampliar el espacio de carga sin sacrificar la modularidad. La calidad de los materiales, los detalles de equipamiento y la ergonomía de los mandos eran reflejo del estándar japonés en cuanto a practicidad y durabilidad. Además, ofrecía elementos como climatizador, sistema de audio de alta calidad, múltiples espacios portaobjetos y asientos cómodos incluso en trayectos largos.
Motorizaciones y comportamiento dinámico
El Mitsubishi Grandis fue equipado inicialmente con un motor gasolina 2.4 MIVEC de 165 CV, acoplado a una caja de cambios manual de cinco velocidades o una automática. Más adelante, se incorporó una versión diésel 2.0 DI-D de origen Volkswagen, con 136 CV, que mejoró notablemente la eficiencia del modelo en consumos y lo hizo más competitivo en el mercado europeo. Una de las grandes virtudes del Grandis fue su comportamiento dinámico. A pesar de sus dimensiones, la suspensión independiente y la dirección precisa ofrecían una conducción estable y ágil, algo poco común en vehículos de su tipo. Esto lo convertía en una opción ideal tanto para viajes largos como para el uso urbano diario.
Un monovolumen con identidad propia
Aunque el segmento de los monovolúmenes ha perdido fuerza frente a los SUV, el Mitsubishi Grandis sigue siendo recordado como un vehículo adelantado a su tiempo. Su equilibrio entre diseño, espacio, confort y dinamismo lo consolidó como una opción muy valorada entre las familias que buscaban algo más que practicidad.
Hoy, el Grandis es una opción interesante en el mercado de segunda mano para quienes buscan un monovolumen diferente, fiable y con ese toque de personalidad japonesa que lo distingue entre los demás.