La importancia de las cubiertas: Seguridad, rendimiento y economía en cada kilómetro

Las cubiertas, también conocidas como neumáticos, son uno de los elementos más críticos en cualquier vehículo y, paradójicamente, uno de los más descuidados por muchos conductores. Su correcta elección, mantenimiento y revisión periódica no solo garantiza un mejor rendimiento del automóvil, sino que también representa un factor esencial de seguridad vial. Ignorar el estado de las cubiertas puede traducirse en accidentes, sanciones económicas e incluso un mayor consumo de combustible.

El principal rol de los neumáticos es garantizar el contacto entre el vehículo y la carretera. Su diseño y estructura están pensados para soportar el peso del vehículo, absorber impactos, permitir la tracción, facilitar la dirección y colaborar con el sistema de frenado. Todo esto ocurre en una superficie de apenas unos centímetros cuadrados por rueda, lo que demuestra la importancia de que estén siempre en buen estado.

Uno de los aspectos fundamentales a revisar en las cubiertas es la profundidad del dibujo. En España, la legislación exige un mínimo de 1,6 mm, aunque lo ideal por seguridad es no bajar de 3 mm. Un dibujo desgastado reduce la capacidad del neumático para evacuar agua, lo que incrementa notablemente el riesgo de aquaplaning y reduce la adherencia en superficies mojadas.

También es esencial verificar la presión de inflado con regularidad. Una presión inadecuada —tanto por exceso como por defecto— puede comprometer el comportamiento del vehículo, aumentar el desgaste irregular, reducir la vida útil del neumático y generar un mayor consumo de combustible. Lo recomendable es revisar la presión al menos una vez al mes y siempre con los neumáticos fríos.

El estado visual de las cubiertas también ofrece señales importantes. Grietas, deformaciones, abultamientos o desgaste irregular pueden indicar problemas como desalineación, desequilibrio, suspensión defectuosa o un envejecimiento prematuro del neumático. Ante cualquiera de estas señales, lo adecuado es acudir a un taller especializado para una revisión detallada.

Otro punto clave es la fecha de fabricación del neumático, que se puede consultar en el flanco del mismo mediante el código DOT. Aunque un neumático conserve dibujo y no presente daños visibles, se recomienda no superar los cinco o seis años de uso, ya que el caucho pierde propiedades con el tiempo. La rotación periódica de los neumáticos es otro aspecto que contribuye a un desgaste más uniforme, especialmente en vehículos de tracción delantera donde las ruedas delanteras sufren más desgaste. Realizar la rotación cada 10.000 o 15.000 kilómetros puede alargar su vida útil y mejorar la seguridad. Para los conductores de vehículos comerciales, furgonetas o camiones, el cuidado de las cubiertas cobra aún más relevancia. Estos vehículos suelen recorrer grandes distancias y transportar cargas pesadas, lo que hace que un fallo en los neumáticos tenga consecuencias aún más graves. Las cubiertas no son solo una parte del vehículo, son su conexión directa con la carretera. Su revisión no debe limitarse a la inspección técnica obligatoria o a momentos puntuales. Incluir el chequeo de neumáticos en la rutina de mantenimiento preventivo es una decisión inteligente que cuida tu seguridad, tu bolsillo y el rendimiento de tu vehículo en cada trayecto.

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