Volvo EX90: 2.700 kg de peso y un software revolucionario para el SUV eléctrico más grande del mercado

Volvo tiene ahora una alternativa eléctrica a su SUV más grande. El Volvo EX90 no es sólo la versión eléctrica del Volvo XC90. El nuevo modelo está construido sobre una plataforma que dará cabida a los vehículos más grandes del Grupo Geely. Y en el centro de todo está el software, que es el punto de apoyo sobre el que pivota el resto del coche.

El modelo familiar del trío

Si el Lotus Eletre será la versión más deportiva, y el Polestar 3 una opción intermedia entre prestaciones y uso diario, este Volvo EX90 está claramente dirigido a las familias numerosas.

El Volvo EX90 es un SUV enorme que mide 5.037 mm y 1.964 mm, con un peso máximo de 2.700 kg. Eso significa que si entra toda la familia y los siete asientos están ocupados, el peso puede superar fácilmente los 3.000 kg. En el centro de todo hay una enorme batería de 111 kWh, de los que 107 kWh son utilizables.

También tiene un coeficiente aerodinámico de 0,29 Cx y un área frontal casi idéntica a la del Volvo XC90. Esto significa que se espera que el consumo de combustible sea elevado, aunque la compañía sueca afirma que espera alcanzar una autonomía de hasta 600 km.

Para moverlo, de momento equipará un bloque bimotor (uno por eje), con hasta 380 kW (509 CV) y 910 Nm de par. La carga es de hasta 250 kW, por lo que puede cargar las baterías del 10 al 80% en sólo 30 minutos. El sistema de carga es bidireccional, por lo que el vehículo puede utilizarse como acumulador de energía.

Más adelante se espera una cadena cinemática alternativa con 408 CV, que también tendrá un motor por eje.

Software para controlarlo todo

Entre la amplia gama de sensores, radares y software implementados en el nuevo SUV eléctrico, Volvo pretende de nuevo ser un referente en seguridad. Para ello, contará con un sensor LiDAR que escaneará el entorno en 3D en tiempo real y será capaz de anticiparse a pequeños objetos que puedan interferir en nuestra conducción. Esto se ejecutará en un ordenador Nvidia Drive diseñado específicamente para la conducción.

Dentro del habitáculo, un conjunto de cámaras y sensores examinará el comportamiento de los ocupantes e irá más allá del habitual detector de fatiga ya obligatorio en los sistemas de seguridad. El coche también será capaz de saber si sufrimos algún malestar al volante o si el conductor está ebrio. Incluso podrá detenerse en el arcén si detecta que el conductor ha perdido el control del vehículo.

Volvo ha confirmado que las primeras unidades se podrán encargar en breve, pero no se espera que se entreguen hasta noviembre de 2023.

 

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