Son muchos los consumidores amantes de los coches extranjeros que, en lugar de adquirirlos en los concesionarios de España, prefieren lanzarse a la aventura de comprarlos en su país de origen. En muchos casos, pueden encontrar mejores precios allí y por eso deciden viajar para importarlos a España. Sin embargo, hay que tener en cuenta muchos factores a la hora de decidirse por esta opción. ¿Cómo importar un coche extranjero? Hay que pensar en cosas como la documentación, el registro, el transporte y los costes.
Documentación
Una de las cosas más importantes que tendrás que tener en cuenta a la hora de comprar un coche en el extranjero es la matriculación de tu coche en España. Tendrás que conseguir la matrícula de un coche extranjero, pasar la ITV, obtener el impuesto de circulación, etc.
Importar el coche a España
Tendrás que decidir cómo prefieres traer el coche desde su país de origen a España. Puedes considerar varias formas: en tren, en barco o por carretera. Según el coste y la distancia, elige la opción que más te convenga.
En este sentido, cabe destacar que la opción elegida por la mayoría de las personas que deciden importar un coche de Alemania, Francia o Italia es viajar al país de origen y, tras comprarlo, conducirlo ellos mismos por carretera hasta España. Sin embargo, para ello, el coche debe estar registrado en el país de origen. Y una vez que llegues a España, tendrás que ocuparte de los trámites necesarios para matricular el coche.
¿Cuánto cuesta importar un coche extranjero?
Es difícil calcular el coste específico de la importación de un coche extranjero. Dependerá en gran medida de si decides importar tu coche a España con un servicio de transporte profesional (tren, camión, barco) o traerlo tú mismo a España, lo que sólo podrás hacer si el coche ya está matriculado y en condiciones de circular en su país de origen. En este último caso, los costes serán la suma de los gastos de gasolina y lo que necesites para el viaje.
A esto hay que añadir el coste de la ITV, el impuesto de circulación del ayuntamiento, de matriculación, de la DGT, el coste de las placas de matrícula y el coste de colocación de las mismas.
Así que, teniendo en cuenta todos estos costes y el trabajo que supone la importación de un coche extranjero, hay que ver claramente que el coste del coche comparado con la compra en España sea más barato. A menudo, una vez sumados todos estos costes, sigue siendo más asequible comprar un coche en el extranjero.
