Consejos para ahorrar en el gasto de combustible del coche

El coste del combustible ha subido notablemente en los últimos dos años y la factura semanal de la inversión en gasolina para mover el coche también se incrementa. Esta situación ha llevado a un número creciente de familias a buscar fórmulas y trucos para reducir este gasto, que en algunos casos supone un alto porcentaje del total del consumo de un hogar, pues hay muchas personas que utilizan su vehículo diariamente para acudir a su lugar de trabajo. Estas vías para conseguir una reducción del coste económico de este bien, imprescindible en muchas ocasiones, pasan por varias vertientes, donde el estilo de conducción, la optimización de los recursos o el acceso a sitios en los que informarnos sobre como ahorrar en combustible como Gasogenio.com se posicionan como los factores diferenciales.

El estado del coche es muy importante en todos los aspectos del mismo, tanto para su correcto funcionamiento como en la seguridad de los pasajeros. Estas labores de mantenimiento y revisión periódicos afecta directamente al consumo de gasolina. Entre los elementos esenciales para este objetivo están los neumáticos, ya que una regulación incorrecta puede provocar un mayor desgaste y el hecho de que el coche necesite de más líquido. En ese sentido, es muy importante que la presión de las ruedas sea la adecuada, según los parámetros indicados por el fabricante. Dicha presión se mide en bares y un nivel inferior al aconsejado puede suponer hasta un cinco por ciento del aumento del uso de combustible.

Los trabajos de conservación del motor, así como el correcto funcionamiento de los sistemas de frenado y aceleración, son otros condicionantes que pueden influir en el nivel de consumo. Lo recomendable es tener el vehículo en condiciones óptimas si se quiere obtener la mejor optimización de los recursos y obtener las máximas posibilidades con el menor gasto posible.

Cómo conducir

El tipo de conducción y los hábitos al volante también tiene una influencia directa. Cuando el coche se encuentra parado durante un tiempo prolongado, hay que apagar el motor. Aunque no haya movimiento, el simple encendido ya realiza un gasto y, aunque sea mínimo, la acumulación puede alcanzar una cantidad grande. Una vez estamos al volante, los cambios bruscos de velocidades no son buenos aliados de la sostenibilidad. La primera marcha solo se debe utilizar para el arranque y pocos segundos después de esta acción, hay que pasar ya a la segunda marcha. Durante los primeros segundos, el ritmo debe ser lento y solo hay que acelerar a partir de cuando se alcanzan los 20 kilómetros por hora. En cualquier caso, la salida tiene que ser tranquila.

Esta recomendación se aplica, en mayor medida, a la fase natural de conducir, cuando el vehículo circula por ciudad o carretera, a los respectivos niveles permitidos. El consumo se reduce cuando el nivel de velocidad es regular y no hay acelerones ni cambios bruscos. La acción de frenado, siempre y cuando la situación lo permite, debe ser suave, incluso se puede utilizar el llamado freno motor, que consiste en retirar el pie del acelerador en lugar de pisar el pedal del freno. Los vehículos que incluyen en su sistema la velocidad de crucero automática ofrecen una solución muy útil y eficaz, especialmente en largos viajes por autopistas. La mejor opción, en este caso, es establecer una velocidad recomendada de 110 km/h y dejarla durante el resto del trayecto. Si bien el máximo permitido todavía deja un margen, hasta los 120, este pequeño avance puede suponer un salto notable de gasto de combustible.

Cuando en el viaje hay que transportar bastante carga, el rendimiento se mejora si el peso se reparte en las diferentes zonas del coche, de manera que no se acumula en un punto concreto. En cualquier caso, es recomendable no conseguir la máxima ligereza, por lo que si hay objetos innecesarios que supongan un aumento del peso, la mejor elección es sacarlos del maletero y guardarlos en casa.

Descuentos exclusivos

La subida del precio del diesel y la gasolina, hasta un valor superior a los 2 euros el litro, ha provocado un perjuicio económico para la mayoría de los españoles y las empresas del sector buscan incentivar las ventas mediante descuentos y promociones exclusivas. Las aplicaciones móviles han adquirido aquí un protagonismo principal, pues se convierten en herramientas a través de las cuales, los consumidores pueden obtener una importante reducción en el precio final del producto. Están actualizadas y contabilizan las ayudas directas del Estado, para ofrecer un precio competitivo.

Cada empresa presenta unas condiciones concretas y portales informativos como Gasogenio agrupan las diferentes propuestas para que el usuario pueda elegir aquella que mejor se ajusta a sus preferencias. Son programas de fidelización que ligan, además, al consumidor con la compañía, que son, en su mayoría, de alcance nacional; por lo que el beneficio de la oferta se puede obtener en todas las provincias españolas.

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