¿Es cierto que se ahorra combustible conduciendo en punto muerto?

Los conductores más ahorradores siempre buscan trucos para consumir el mínimo de combustible posible. Esto les lleva a probar técnicas como la conducción en punto muerto, una práctica que, si se convierte en habitual, puede acarrear graves problemas para la seguridad vial y la vida del coche.

No te equivoques: la conducción en pendiente en punto muerto (puertos de montaña, carreteras empinadas, etc.) consume combustible. Sin la marcha engranada, el motor continúa al ralentí para evitar que se cale. Por lo tanto, aunque sea mínimo, el motor sigue utilizando el depósito de combustible.

Con la marcha engranada, el consumo aumenta ligeramente porque, al estar la transmisión y las ruedas sincronizadas, el motor es impulsado por las ruedas. Así, puedes confiar en el frenado del motor para mantenerte seguro en la carretera, y tu coche no tendrá que pasar por el trauma de cambiar de punto muerto a cuarta o quinta marcha si necesita acelerar.

Si tu vehículo dispone de inyección electrónica de combustible, las ventajas de la marcha engranada son mayores: el vehículo detecta que está conduciendo "por debajo del carril" y bloqueará el uso de combustible. Sin la marcha neutra habrá conseguido el consumo de combustible soñado: 0 litros a los 100 kilómetros.

La frenada del motor es imprescindible: estarás más seguro y utilizarás menos los frenos

Ya lo hemos mencionado, pero es importante destacar este factor. El freno motor es el elemento que se opone a la fuerza de la gravedad cuando el coche se mueve en una pendiente. El peso del vehículo y el libre albedrío que le damos cuando está en punto muerto hace que el vehículo se descontrole por completo, lo que puede provocar un accidente.

Si no te estrellas, es porque has pisado el pedal del freno a tiempo. Pero en punto muerto, los frenos tendrán que ejercer más fuerza para detener el coche, lo que no ocurre si están asistidos por el freno motor. Por eso, si siempre conduces en marcha, tu coche no se descontrolará en las bajadas y gastarás menos líquido de frenos, pastillas y discos. Así se ahorra dinero y tiempo, ya que no tendrá que acudir al taller antes de tiempo.

El motor, la otra gran víctima

Ya le hemos dicho lo importante que es mantener el motor a una temperatura óptima durante la conducción. Y si es importante calentarlo antes de conducir, también lo es no alcanzar una temperatura demasiado alta. Por eso, conducir en punto muerto es malo para el motor, porque al hacerlo el coche recorre distancias a muy bajas revoluciones, lo que significa que no se está refrigerando correctamente.

Conducir a bajas revoluciones no sólo es perjudicial para la refrigeración del motor, sino que también provoca una mayor acumulación de carbono de lo habitual en determinados componentes, como el catalizador. Esto reduce la vida útil de algunos componentes, lo que provoca fallos inesperados y visitas tempranas al taller.

Así que, en conclusión, es cierto que ahorrarás combustible si haces varias paradas en punto muerto. Pero eso es una miseria comparado con los muchos problemas que pueden surgir en tu coche con el tiempo. ¿Ahorro mínimo en términos de averías, menor seguridad y desgaste de piezas? Nosotros creemos que sí. Y esperamos que usted, después de leer este artículo, piense lo mismo.

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1 Comentarios

cu
culocacapis
Hace 1 año
Sí se ahorra en punto muerto, pero hay que saber cuándo se debe utilizar el punto muerto y el freno motor. Lo mejor es combinar los dos sistemas según la carretera por la que nos desplazamos.
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