Conducción extrema: Qué es el subviraje y cómo se compensa

Cuando conduces un coche y te acercas a una curva, hay dos fenómenos que pueden complicar el control adecuado de las curvas. Esto puede deberse a diferentes causas y la forma de combatirlas varía según el caso.

Subviraje

Este fenómeno, como su nombre indica, provoca subviraje. En otras palabras, cuando el coche gira, lo hace en un ángulo inferior al previsto, abriendo su línea y apuntando el coche hacia el exterior de la curva. Esto se conoce popularmente como "curvatura del morro", ya que el coche busca ir recto y no girar o subvirar. El impulso del coche busca mantener su trayectoria y si los neumáticos no tienen capacidad suficiente para contrarrestarlo, el coche sigue en línea recta.

El subviraje es común en los coches de tracción delantera por varias razones:

  • Las ruedas delanteras son las encargadas de proporcionar la dirección y la tracción, es decir, las fuerzas laterales y longitudinales al unísono.
  • La distribución del peso suele recaer más en el eje delantero.
  • La inercia resultante de la transferencia de masa favorece el subviraje.

Los vehículos convencionales son propensos al subviraje, ya que este fenómeno es más fácil de controlar por el conductor medio o inexperto. La forma habitual de afrontarlo es mantener el volante girado en el sentido de la curva, o girar ligeramente el volante si la amplitud de la curva lo permite, soltando el acelerador o reduciendo ligeramente la velocidad para permitir que los neumáticos recuperen el agarre necesario para corregir la trayectoria. En un coche con ABS, el frenado también es una solución en una situación extrema.

Sobreviraje

Este efecto es el contrario al subviraje, es decir, girar demasiado las ruedas. Se produce cuando las ruedas traseras pierden tracción, lo que hace que la parte trasera patine y el coche gire sobre sí mismo. O como decía el legendario piloto de rallies Walter Röhrl: "El subviraje es cuando ves el árbol contra el que vas a chocar". El sobreviraje es cuando lo sientes".

Es más común en los coches de tracción trasera, tanto al frenar como al acelerar, por razones opuestas a las comentadas anteriormente en el apartado de subviraje. Para contrarrestarlo, es muy importante no tocar los frenos, ya que la transferencia de masa acentuará aún más el sobreviraje al descargar el eje trasero y hacerlo más ligero.

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