¿Furgo o SUV? Cuál es mejor

Hace unos años, comprar una furgoneta suponía comprar un vehículo de uso casi profesional. Pero hoy en día, las furgonetas no tienen nada que envidiar a los turismos en cuanto a equipamiento, seguridad y diseño, con la ventaja de que son vehículos más prácticos. ¿Puede la nueva generación de furgonetas suponer el final de los SUV? Te lo contamos a continuación.

El SUV mató al monovolumen

No es ningún secreto que las ventas del segmento monovolumen han sido devoradas por los SUV hasta tal punto que a las marcas ya no les compensa seguir diseñando y fabricando vehículos familiares.

Lo que si les compensa es aprovechar un vehículo industrial, que se venderá por millones, para generar una versión familiar más funcional, versátil, amplia y barata que cualquier SUV. Porque a final de cuentas, un SUV no deja de ser un vehículo, a primera vista, más capacitado para un ritmo de vida más ajetreado, pero que se queda ahí, en el aspecto, ya que realmente no posee capacidades todoterreno y el espacio nunca supera al de una furgoneta o familiar.

La nueva generación de furgonetas es la clave

La nueva generación de Berlingo, Proace, Rlifter o Kangoo han salido al mercado con un claro objetivo: convertirse en el vehículo familiar definitivo. ¿Cómo van a conseguirlo? 

Para comenzar, estas furgonetas tienen un precio de salida que suele ser un 50% inferior al del SUV equivalente en motor y equipamiento. También sale más barato el mantenimiento ya que sus consumibles tienen precios muy contenidos gracias a su origen comercial. Por ejemplo, los SUV gastan neumáticos más caros debido al tamaño de sus llantas. En cambio, las furgonetas poseen unas medidas más estandarizadas.

Son vehículos diseñados con el maltrato del trabajo en mente, por lo que son más fiables y duraderos, especialmente en su tren de rodaje. También ofrecen mayor espacio para el conductor, para los pasajeros y para la carga. Todo un punto para aquellos que no quieran sentirse limitados.

Las furgonetas tienen mejor posibilidad de acceso que un SUV. Sus puertas correderas facilitan la entrada y salida de personas y permiten aparcar en lugares con poco espacio para las puertas.

Por otro lado, las furgonetas no suelen tener ventanillas traseras, algo que en los SUV no ocurre. Como contrapunto, las furgonetas tienen una altura libre del suelo y unas protecciones en los bajos comparables a la de muchos SUV, por lo que eso tampoco es un punto a favor para los SUV.

Como veredicto final, para nosotros no cabe duda, una furgoneta es una mejor opción que un familiar o un SUV para llevar a cabo las actividades del día a día. Aunque también tienen inconvenientes, sus ventajas hacen que la balanza se decante por ellas.

Temas relacionados

Recibe nuestro
boletín de noticias
Recibe todas nuestras novedades y noticias directamente en tu correo electrónico.