GLP ¿Qué es y cuándo usarlo?

El GLP es un combustible alternativo limpio y barato. Por eso, cada vez le gana más terreno a los habituales gasolina y diésel y cada vez más estaciones de servicio optan por ofrecer este carburante.

¿No tienes muy claro qué es esto del GLP ni si se puede adaptar a tu automóvil? ¿Estás pensando en instalar un sistema GLP en tu coche pero no sabes si te saldrá rentable? Pues sigue leyendo y encontrarás estas y más respuestas sobre este combustible.

¿Qué significa GLP?

Las siglas GLP significan Gas Licuado de Petróleo. Se trata de una mezcla, apta para la automoción, de butano y propano a presión que pasa del estado gaseoso al líquido para ocupar menor volumen.

Lo más habitual es que el GLP esté compuesto por un 70% de butano y un 30% de propano, pero en vehículos pesados el porcentaje puede ser del 65-35.

También podemos encontrar mezclas del 60-40, pero son menos recomendables debido a su baja eficiencia energética.

Ventajas del GLP

  • Es barato. Actualmente, su precio ronda los 0,70 euros el Kg/l, por lo que es un 40% más económico que la gasolina.
  • Contamina menos. Los motores GLP arrojan a la atmósfera un 15% menos de dióxido de carbono que un coche de gasolina y un 80% menos de óxido de nitrógeno que un diésel. También arroja menos partículas, lo que le permite llevar la etiqueta eco de la DGT.
  • Menor suciedad. Debido a que produce menos partículas, el motor se mantiene limpio por más tiempo. Esto se puede notar en el medidor de aceite, cuyo color permanece como recién cambiado durante mucho tiempo.
  • Bonificaciones. Dependiendo de la Comunidad Autónoma podemos obtener descuentos considerables en el impuesto de circulación (hasta el 70%) y demás bonificaciones importantes.

Inconvenientes del GLP

  • Pérdida de potencia. El motor pierde entre un 5% y un 10% de potencia frente a la conducción con gasolina.
  • Mayor consumo. Para paliar esta pérdida de potencia, el motor debe consumir más. Pero está comprobado que debido al bajo precio del GLP continua siendo más económico, ya que compensa el mayor consumo.
  • Depende de la gasolina. Los sistemas GLP solamente se suelen instalar en motores a gasolina y no entran en funcionamiento hasta que el motor alcanza los 40 grados, temperatura en la que se puede pasar al modo gas. Por ello, siempre se arranca en modo gasolina.
  • Todavía hay pocas estaciones de servicio. Aunque cada vez aparecen más, este tipo de combustible, que si está más asentado en el resto de Europa, todavía tiene pocas estaciones de servicio en España. Unas 500 en total.

¿Cuándo usar GLP?

Utilizar gas licuado es conveniente cuando realizas muchos kilómetros con tu coche de gasolina. Se estima que su instalación sale rentable cuando haces de media unos 15.000 kilómetros al año. 

Nos puede resultar un sistema muy apto para dar una segunda oportunidad a un coche de gasolina que, hartos de que consumiese tanto, íbamos a cambiar por un diésel.

Instalación del sistema GLP

Aunque también existen de fábrica, a cualquier coche de gasolina con un motor EURO 3 se le puede instalar un sistema GLP. Si es anterior a este tipo de motor se debería consultar con el fabricante para actualizar la centralita. Por otro lado, en los coches diésel no se instala.

El coche mantendrá el motor, los inyectores y su deposito tradicional y se le añadiría todo el sistema GLP y un depósito de gas, habitualmente en el maletero, en el puesto que ocupaba la rueda de repuesto. 

De esta manera, por un precio que ronda entre los 1.000 y los 2.000 euros, el auto pasaría a ser Bi-fuel y podría alternar el modo de conducción con gasolina con el de gas licuado.

Estos vehículos bicarburación también tienen un sistema de llenado diferente. Para repostar GLP se atornilla un adaptador a la toma de llenado que fija una manguera a presión que suministra el gas.

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