El Tesla Model Y Performance no es más de lo mismo

Hoy volvemos a tener el Tesla Model Y, pero esta vez se trata del Model Y Performance, la versión más potente del pequeño SUV de la marca americana, un coche con una potencia de 480 CV y un consumo correspondientemente mayor, lo que implica una reducción de la autonomía, que en este caso es de 480 km. Todo ello a un precio que parte de los 70.980 euros.

Estéticamente, se parece a cualquier otro Modelo Y, pero si nos fijamos en los detalles, podemos ver que algunas cosas han cambiado. Por ejemplo, las ruedas. Las llantas del Gran Autonomía son de 19 pulgadas u opcionalmente de 20 pulgadas, mientras que el Performance tiene llantas de 21 pulgadas con ranuras de 9,5 pulgadas delante y 10,5 pulgadas detrás. La anchura del neumático es la misma, 255, pero cuando se monta en ruedas más grandes el perfil baja de 55 a 35. Por cierto, entre los brazos de las ruedas de ambos ejes se han instalado frenos especiales con discos ventilados, que mantienen las mismas dimensiones pero son mejores que los del Gran Autonomía.

Otra diferencia se encuentra en la parte trasera con un alerón de carbono tipo "cola de pájaro" diseñado para aumentar el apoyo aerodinámico del eje trasero. Y eso es todo, por fuera no hay más diferencias con el Modelo Y convencional. Dejando a un lado la potencia, las dimensiones de este Modelo Y siguen siendo las mismas: 4,71 m de largo, 1,91 m de ancho y 1,64 m de alto, con una distancia entre ejes de 2,89 m y un peso de 2.141 kg.

La capacidad del maletero también es idéntica, ya que el espacio trasero, al que se accede a través de un portón trasero eléctrico, ofrece 854 litros medidos hasta el techo, y un segundo maletero en la parte delantera con una capacidad de 117 litros, algo que no ofrecen todos los coches eléctricos.

Una aceleración impresionante

Todos los coches eléctricos aceleran con fuerza. No hay ligeras pausas al cambiar de marcha y la aceleración es lineal desde el principio. Es como un coche de Scalextric, como una... batidora que coge velocidad. En este caso es impresionante porque, además de ser rapidísimo, es increíblemente fuerte. Te pegas al asiento y arrancas casi instintivamente porque la carretera parece venir por otro lado en lugar de estar ahí. ¡Es increíble!

La Y Long Range ya tiene una aceleración fulgurante, y en el caso de la Performance esa sensación se amplifica, pero hay algo que es aún más sorprendente que la aceleración: la recuperación. En un coche con motor de combustión interna, cuando quieres adelantar o simplemente llegar a una recta después de unas cuantas curvas, recuperas, es decir, pasas de, por ejemplo, 100 a 90 mph. Para ello, se suele reducir una o dos marchas y acelerar. La recuperación es el tiempo que tarda el coche en pasar de una velocidad a otra en una determinada marcha, pero aquí, como no hay marchas y la reacción es inmediata, no se pierde tiempo en reducir la marcha ni hay que cambiar de marcha para alcanzar la velocidad deseada. Aquí pisas y casi inmediatamente tienes que soltarlo porque coge la velocidad deseada en un instante.

Carga con su propia red eléctrica

Ya sabes que los coches Tesla se pueden cargar desde cualquier cargador. En casa, necesitarás 40 horas de 0 a 100 con una toma de 2,3 kilovatios como la que todos tenemos en el garaje, pero con los cargadores rápidos de Tesla, estarás listo en media hora. Cuando confirmas en la pantalla que vas a un punto de carga concreto, el coche calienta o enfría la propia batería para que cuando llegues esté a la temperatura adecuada para la carga, se cargue rápidamente y no sufra una sobrecarga. Cargar un Tesla es muy sencillo.

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