Qué es el aquaplaning y cómo evitarlo

En abril, aguas mil. Las lluvias torrenciales no sólo reducen la visibilidad y aumentan la distancia de frenado, sino que también forman agua estancada que puede hacer que tu coche haga aquaplaning. Si alguna vez te has encontrado con el aquaplaning, ya sea al volante o en el asiento del pasajero, sabrás que no es un asunto de risa. Por eso es crucial entender qué hay que hacer si te encuentras en un aquaplaning y cómo puedes prevenirlo. Esta guía explica todo lo que necesita saber.

¿Qué es el aquaplaning?

El aquaplaning es un concepto relativamente sencillo. Se produce cuando se forma una capa de agua entre la superficie de los neumáticos del coche y la superficie de la carretera, rompiendo el contacto entre los neumáticos y la carretera. Cuando un vehículo comienza a hacer aquaplaning, sus neumáticos pierden el contacto con la carretera y el vehículo deja de responder a las acciones de dirección, como el frenado, la dirección y la aceleración.

Los surcos de los neumáticos de un vehículo están diseñados para disipar el agua que hay en la carretera. Si el volumen de agua en la carretera es mayor que el volumen de la banda de rodadura de sus neumáticos, se producirá un exceso de agua que no podrá ser dispersado, y el vehículo puede empezar a hacer aquaplaning.

Si esto no es bastante, el exceso de agua se acumula en la parte delantera del neumático y alcanza un punto crítico. En ese momento, la presión del agua sobre la goma levantará el neumático para que deje de estar en contacto con la carretera y el vehículo comenzará a hacer aquaplaning.

El aquaplaning afecta principalmente a las ruedas delanteras, ya que las traseras suelen circular por las huellas más secas que dejan los neumáticos delanteros. Esto significa que la acción de la dirección no tendrá ningún efecto, y como los frenos del coche se dirigen a las ruedas delanteras, también se pierde la mayor parte de la capacidad de frenado. También se eliminará la tracción si está en un vehículo de tracción delantera. Si las cuatro ruedas se separan del asfalto durante el aquaplaning, estás a pocos minutos de perder el control del vehículo.

¿Qué hacer en un aquaplaning?

Aquellos que no hayan experimentado el aquaplaning tardarán un segundo en darse cuenta de lo que está ocurriendo, pero los signos reveladores son un fuerte aumento de las revoluciones del motor (debido a la reducción de la resistencia necesaria para hacer girar las ruedas) y una dirección mucho más ligera (de nuevo debido a la reducción de la fuerza necesaria para hacer girar las ruedas).

Como en muchas otras situaciones, lo peor que puedes hacer es entrar en pánico. Frenar de golpe y girar el volante no tendrá mucho efecto, y podría meterte en muchos más problemas si el coche recupera de repente el contacto con la carretera.

Lo que tienes que hacer es lo siguiente: si estás usando el control de crucero, apágalo usando el interruptor, usar los frenos en este momento puede desequilibrar el coche y provocar un trompo. Luego, retire con cuidado el pie del acelerador. Dado que los frenos, la dirección y la aceleración son ahora innecesarios, lo único sensato es dejar que el coche reduzca su velocidad a su ritmo natural. Al reducir la velocidad, pruebe suavemente la dirección y, si parece que está en cortocircuito, pase a aplicar los frenos. Poco a poco podrás recuperar el control del coche antes de detenerte y darte cuenta de que ahora necesitas respirar.

Si tu coche no frena lo suficiente como para recuperar el control, o si te acercas rápidamente a una curva, poco puedes hacer salvo seguir probando la dirección y los frenos, tratando de avanzar con cuidado y suavidad.

¿Qué puedes hacer para evitarlo?

Cuando tu vehículo empieza a hacer aquaplaning, te conviertes en un pasajero, así que lo mejor es evitar que esto ocurra.

Hay algunas reglas de oro que hay que tener en cuenta para intentar reducir la probabilidad de aquaplaning. En primer lugar, hay que tener en cuenta las condiciones. Si hay agua estancada en los alrededores o empieza a llover con fuerza, reduce la velocidad y ten más cuidado para evitar los tramos de carretera que parezcan mojados. Reducir la velocidad en condiciones de humedad hace que los neumáticos tengan más tracción, reduce el exceso de agua acumulada y aumenta el agarre disponible.

A continuación, hay que tener en cuenta el estado de los neumáticos. Los neumáticos excesivamente desgastados o dañados son menos eficaces a la hora de dispersar el agua de la carretera, y el rendimiento de los neumáticos disminuye aún más a medida que se acercan al límite mínimo permitido. Garantizar una banda de rodadura suficiente y una presión de neumáticos adecuada es importante para mejorar su seguridad. Aunque el requisito legal mínimo es de 1,6 mm, los principales expertos en seguridad recomiendan un mínimo de 2,5 mm para la conducción en invierno, y considerar un juego de neumáticos de invierno es otra buena idea.

Si puedes, también es una buena idea utilizar las huellas que deja el vehículo que te precede. En este caso, el agua que deben eliminar los neumáticos es significativamente menor, pero siempre hay que mantener una distancia de seguridad. En tiempo húmedo, las distancias de frenado aumentan considerablemente.

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