Cosas a tener en cuenta cuando te compras un coche de ocasión

El mercado de autos de segunda mano está en alza. Es normal, teniendo en cuenta que es una buena forma de conseguir coches más baratos que comprando en un concesionario. Además, el coche se deprecia menos que uno recién comprado y es más sencillo encontrar recambios. Pero no es oro todo lo que reluce en el mercado de segunda mano, por eso, te aconsejamos algunas cosas a tener en cuenta a la hora de comprar coches de segunda mano

Revisa el exterior

Intenta por todos los medios que la visita sea por el día y bajo luz natural, esto te ayudará a comprobar si tiene alguna abolladura que, con otro tipo de iluminación sería más difícil descubrir. 

Comprueba que no haya óxido y fíjate bien en la junta entre paneles, todo debe estar alineado y del mismo color. Si hay diferencias puede que el coche haya tenido un accidente y hayan repintado esas piezas recientemente. Si el golpe ha causado daño estructural no es recomendable la compra.

Inspecciona la junta de las puertas, que todas tengan el mismo hueco. Además, fíjate en el estado de los cristales, que no haya marcas. Para revisar la suspensión hay que ejercer presión sobre una de las ruedas y observar cómo vuelve a su altura habitual. Si rebota más de una vez, puede suponer una avería.

Revisa el resto de elementos como neumáticos, luces, escape y frenos. Si notas que los discos de freno tienen surcos demasiado marcados, es posible que sea necesario cambiarlos.

Mira bien debajo del capó

Comprueba que el motor no tenga ningún tipo de fuga o corrosión. Revisa el nivel de aceite, el del líquido de transmisión, el de freno y el del refrigerante. Si encuentras aceite en este último, puede ser que tenga un problema en la junta de la culata.

Asegúrate de que la correa de distribución esté en buen estado. Ten en cuenta que debe cambiarse cada 100.000 o 160.000 kilómetros.

3. Revisa el interior

Fíjate en el estado de la tapicería, el puesto de mando y el salpicadero. Es el momento de comprobar el kilometraje. El kilometraje medio al año suele situarse entre 16.000 y 24.000 kilómetros, pero un coche con muchos años y pocos kilómetros tampoco tiene por que ser una ganga. Si tiene aire acondicionado, comprueba que funciona correctamente, además de los componentes electrónicos.

Una vez realizadas todas la comprobaciones, lo mejor es probarlo para verificar los frenos, las posibles vibraciones y su conducción. También es buena idea pedir un informe a la DGT para asegurarnos de que el auto está en regla.

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