Cómo detectar los problemas de compresión en el motor

Los motores térmicos generan su energía a través del proceso de combustión del carburante y el oxígeno. Esta acción se realiza en el interior de los cilindros del motor, por lo que todos deben funcionar de forma parecida y sin problemas de compresión, para así poder desarrollar el máximo rendimiento.

Qué es la compresión

Se conoce como relación de compresión a la capacidad del motor para sacar provecho de la energía generada por la combustión. Es la diferencia de volumen entre la mezcla de aire y combustible (solamente aire en los diésel) cuando está comprimida y cuando ha detonado en el cilindro.

En otras palabras, es la diferencia entre el PMI (Punto Muerto Inferior) y el PMS (Punto Muerto Superior) del pistón. Si esta relación de compresión falla se traducirá en un menor rendimiento.

Cómo medir la compresión del motor

Para medir la compresión del motor se debe disponer de un manómetro de compresión y una llave de bujías.

Lo primero será desconectar el sistema de encendido para poder extraer los cables de las bujías y las bujías. Acto seguido, se conectará el manómetro de compresión a uno de los orificios de las bujías.

Una vez hecho esto, es necesario acelerar a fondo. La razón es que la palometa de aceleración se abra al máximo. Después, se girará la llave de encendido hasta la posición de arranque durante unos 5 segundos.

Ahora ya se podrá observar los valores indicados por el manómetro para compararlos con los indicados por el fabricante. Es necesario repetir el proceso en todos y cada uno de los cilindros del motor para comprobar que funcionen correctamente.

Desde todomecanica.com recomendamos llevar el automóvil a un taller de confianza para realizar esta prueba. Al desconectar el encendido, en los autos más modernos puede producirse un código de error que puede plantear problemas en la ITV, aunque existen lectores de código que los pueden eliminar.

Síntomas de problemas de descompresión

Cuando el motor tiene problemas de descompresión se pueden observar determinados síntomas. Uno de ellos es demasiado humo en el escape por la mala combustión, perdidas de potencia y mayor consumo de combustible, ya que no se genera la fuerza habitual.

También se puede manifestar en un ralentí inestable, en problemas para arrancar, en apagados del motor repentinos o en mayor consumo de refrigerante.

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